Mañana en la catedral – Entrevista al pregonero
La Junta de Cofradías de la Semana Santa segoviana ha elegido como pregonero 2011 a Victoriano Borreguero, escritor y cronista oficial de la villa de Turégano. Desde las páginas de este periódico, hemos querido conocer sus sensaciones previas al pregón, que pronunciará el día 9 de
abril en la capilla del Santísimo de la Catedral, en un acto que, según la tradición, será anunciado por las calles del centro histórico de la capital, por heraldos a caballo de la Junta de Cofradías.
-¿Cómo es ese momento en el que uno recibe la noticia de que va a ser el pregonero de la Semana Santa segoviana?
Cuando la Junta de Cofradías de Segovia, por voz de su presidente Alberto Herreras, me pidió que aceptase el nombramiento de pregonero oficial de la Semana Santa de Segovia de 2011, confieso que quedé confundido al tiempo que agradecido. En mi variopinta historia profesional, he tenido la oportunidad de ser muchas veces pregonero, más de 20. Mi desconcierto, aunque parezca paradójico, no surgía del hecho de pregonar un acontecimiento tan significativo y grandioso como la Semana Santa de la ciudad de Segovia, sino de desarrollarse el acontecimiento en la propia catedral, ¡cuánta servidumbre! Las catedrales de Segovia han sido una de mis fascinaciones.
- ¿Cuáles serán las líneas maestras de su pregón?
- Mentiría si le dijera que no hay líneas maestras en mi pregón. No debiera haberlas pues los pregones no son del pregonero sino del pregonado, pero así es la vida. Cuando en mi pueblo salía la gente a la plaza para escuchar al pregonero, todos sabían que aquel personaje se limitaba a leer lo que le había mandado pregonar las autoridades o los comerciantes, circos ambulantes y demás personas que contrataban al pregonero. Y recuerdo que si el pregonero hacía sonar su trompetilla, es que iba a iniciar su parlamento con la frase “De parte del Señor alcalde hago saber”. Y que cuando no tocaba la bocina, su pregón estaba trufado de las propias palabras y llevaban la interpretación personal del mensaje transmitido, a veces con el retintín de su sorna e idiosincrasia. En mi caso, el pregón llevará las líneas maestras de la historia cosidas a las estrías ilustradoras del momento crucial en que hoy vivimos desde el punto de vista religioso y social.
-¿Qué quiere transmitir usted en ese pregón que por lo que veo lleva trastienda?
- Como casi siempre he hecho y sigo haciendo en mi vida, intentaré no transmitir mensajes sino sugerir a los oyentes la necesidad de elaborar los suyos. Mensajes diferentes y hasta es posible que contradictorios. Si Dios se hizo hombre no fue para jugar con los hombres sino para poder experimentar lo que significa ser hombre y estar dotado de libertad. Incluso poder equivocarnos y cometer errores.
-¿Cree entonces que el mensaje de la Semana Santa en Segovia sigue teniendo sentido?
-Cuando descubra el verdadero mensaje de la Semana Santa, se lo diré, amiga. Me explico. En mi pueblo, por ejemplo, la Semana Santa no es un espectáculo popular sino una peregrinación del propio pueblo llevando a sus santos por los lugares donde antaño estuvieron: las parroquias y ermitas que tuvo históricamente aquella villa episcopal. Por esos se llama “La Carrera”. Porque va por las antiguas carras o caminos. En cambio, en Segovia la gente sale al camino para ver pasar a los santos y a las cofradías que los llevan y homenajean. Aún ando en eso de descubrir el mensaje auténtico de la Semana Santa. De todas las Semanas Santas.
Capas negras para la noche oscura, el orden, el silencio y el recogimiento. ¿Le recuerda esto que le digo la procesión del día Viernes Santo en su pueblo natal?
-Claro que me lo recuerda. He visto gente llorar en esa procesión, pero también he visto actitudes totalmente contrarias. Cuando, como ejemplo, el gran fotógrafo Ortiz Echagüe consiguió aquellas fotografías históricas de las procesiones de Semana Santa de Turégano, antes se puso de acuerdo con el párroco para pedirle que desviara la procesión de su ruta originaria y buscar el mejor ángulo de enfoque. Espectáculo y devoción. El hombre es así de desconcertante. Tan desconcertante, como que el próximo sábado subiré al estrado de la Capilla del Santísimo de la catedral segoviana para pronunciar un pregón que no me ha sido dictado al dedillo por el pregonado, y que anteayer el Centro Segoviano de Madrid celebró su “Parnasillo de las Letras” del último jueves de cada mes, rindiendo un homenaje a este pregonero almorzando juntos un cocido madrileño y organizando a los postres una de las tertulias literarias más interesantes de cuantas se celebran en la villa y corte madrileña. Así es la vida. Así, y a lo mejor por eso, somos hombres.
Cristina Vega en El Norte de Castilla de Valladolid (8/04/2011)
Ayer en la catedral
Borreguero abrió la Semana Santa con un pregón religioso, literario e histórico.
El escritor y cronista oficial de Turégano fue presentado por el presidente del Centro Segoviano de Madrid, después de que heraldos a caballo anunciaran el pregón por la ciudad.
Calor en la calle y calor en la Catedral, y gracias en esta última no únicamente a la calefacción que el Cabildo tuvo a bien encender para la ocasión, que ya se sabe de la frescura de la iglesia mayor de Segovia, sino también por la calidez humana de quienes protagonizaron ayer por la tarde en la Capilla del Santísimo la lectura del pregón de la Semana Santa 2011.
Victoriano Borreguero Vírseda, escritor, historiador, cronista oficial de la villa ‘episcopal’ de Turégano, se convirtió en el 25º invitado a preludiar los actos religiosos, sociales y culturales que organiza y coordina la Junta de Cofradías.
Se trató de un discurso de marcado carácter literario en el que a lo largo de ocho capítulos Borreguero relata, con citas religiosas, históricas, etc., el sentir de la Semana Santa.
“No estaréis en las procesiones de esta Semana Santa de 2011 porque sí. Segovia no se convertirá en Jerusalén porque sí. Hay una razón. La misma que hace casi mil años tuvo un hombre iluminado. Porque ¡Dios lo quiere! Ese fue el pregón de una larguísima Semana Santa de feliz o infeliz memoria”, aseguró el escritor tureganense en referencia a Pedro el Ermitaño, líder religioso de la llamada ‘Cruzada de los pobres’, una peregrinación espontánea y armada que a finales del siglo XI intentó avanzar hacia Tierra Santa hasta ser rechazada y que sirvió de preludio a la Primera Cruzada.
Según el relato del pregón “todos seguían entusiasmados su Dios lo quiere individual y personal de cada hombre. Como lo hacéis vosotros cada año... A ellos y a todos vosotros, el pregonero de Dios que habita en el interior de vuestros corazones les reveló y os propaga el mismo grito que yo esta noche os declaro con emoción”.
A continuación hizo referencia a todos cuantos forman parte de la Semana Santa de Segovia, repitiendo en cada caso “¡Dios lo quiere!”.
En el pregón hace constantes referencias a personajes históricos o anónimos, como Bonifacia, una niña de Turégano encontrada entre las rejas de una ventana que fue inmediatamente bautizada en su parroquia. Finalizó con la lectura de un bello soneto anónimo : “No me mueve, mi Dios, para quererte/ el cielo que me tienes prometido,/ ni me mueve el infierno tan temido/ para dejar por eso de ofenderte./ Tú me mueves, Señor, muéveme el verte/ clavado en esa Cruz escarnecido,/ muéveme ver tu cuerpo tan herido,/ muévenme tus afrentas y tu muerte./ Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera/ que aunque no hubiera Cielo, yo te amara,/ y aunque no hubiera infierno te temiera./ No me tienes que dar porque te quiera,/ pues, aunque lo que espero no esperara,/ lo mismo que te quiero te quisiera.”
Borreguero fue presentado por el presidente del Centro Segoviano de Madrid, Antonio Horcajo, que recordó especialmente su faceta de escritor, con obras premiadas como ‘Matar al mensajero’ o la última hasta el momento ‘Turégano, piedras con alma”.
Por su parte, el presidente de la Junta de Cofradías, Alberto Herreras, tuvo también palabras cariñosas para quien considera un amigo. En este sentido, indicó que su pregón es el “testimonio de un segoviano ausente —reside en Madrid—, que siempre ha enarbolado su segovianía”.
Antes, la Sala Capitular de la Catedral fue escenario de un sencillo y ya tradicional acto, en el que la Junta de Cofradías hizo entrega a Victoriano Borreguero de unas cubiertas bordadas para el pregón. Al recibirlas, comentó que había dicho a los heraldos de la Junta de Cofradías en la Plaza Mayor que “servir a Segovia es siempre un honor, pero servir a Dios en esta Catedral es un honor mucho mayor”. El deán, Ángel García Rivilla, deseó una “feliz y santa Semana Santa”.
Gonzalo Ayuso en El Adelantado de Segovia (10/04/2011)