1769.- En cinco palabras14/10/2014
Es la consigna, la alianza, el pacto. Lo demás –el nombre de la enferma, por ejemplo–, es discrecional: Teresa Romero continúa “estable dentro de la gravedad” (La Razón); Teresa Romero se encuentra “estable dentro de la gravedad” (ABC); La enferma permanece “estable dentro de la gravedad” (El País); Teresa Romero se encuentra “estable dentro de la gravedad” (La Vanguardia); Teresa Romero, “estable dentro de la gravedad” (La Voz de Galicia); La auxiliar contagiada por ébola se encuentra «estable dentro de la gravedad» (El Norte de Castilla)…
Cinco palabras, cinco, han señalado el apagón mediático pactado el pasado viernes para evitar el caos; el número cinco es el signo de la acción y la inquietud.
Si Teresa Romero se muere o se nos muere, ya se verá, en la mañanita del pasado viernes esas cinco palabras fueron la consigna de obligado cumplimiento, una especie de estado de excepción excepcional.
Para el otro, el de verdad, la Constitución Española es concluyente: “Conforme al artículo 116 de la Constitución Española, el estado de excepción es declarado por el Gobierno mediante Decreto acordado en Consejo de Ministros, el cual determinará los efectos, ámbito territorial y duración del mismo, que no podrá exceder de treinta días prorrogables por otro plazo igual con los mismos requisitos…”
Mientras en la prensa escrita española siga el estado de excepción excepcional de las cinco palabras glorificadas, los españoles sabremos que la situación del malnacido ébola está ‘controlándose’; no he dicho ‘controlada’.
“Háblame para que yo te vea”, dijo Séneca, y así ahora en un estado de excepción excepcional que trata de soslayar “el populismo de la democracia de los ignorantes, la que sirve para sublevarse contra problemas reales pero no para solucionarlos, la que busca revancha pero no reforma” (esto último se lo he escuchado a no sé quién y no sé dónde).
Mientras tanto, la vida sigue y ayer acepté ser el pregonero de la fiesta de San Frutos de este año en el Centro Segoviano de Madrid. Cuando Antonio Horcajo, su presidente, me lo pidió y acepté el encargo y el honor, intenté explicar al amigo esta baraúnda mía de las cinco palabras del estado de excepción excepcional que padecemos y, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y el Eresma por Segovia, trato aquí de anunciar que mi pregón será el jueves día 22 a las 19,30 de la tarde en el tradicional acto de exaltación de nuestra tierra y de cariño y respeto al patrón de Segovia y su provincia.
Se mostrará a los asistentes el famoso grabado del año 1805 titulado ‘San Frutos Patrono de Segovia y su Obispado’, realizado por el escultor-grabador valenciano Francisco Jordán a partir de la obra original del genial pintor neoclasicista Vicente López.
Los mismos autores que, once años después, realizaron el extraordinario grabado: “Nuestra Señora de la Fuencisla Especial Patrona de la Ciudad y Provincia de Segovia. Segovia y su comarca, favorecida con predilección por María Santísima en los peligros de la opresión francesa, solemniza la traslación triunfante de esta prodigiosa Imagen desde la Catedral a su propio Templo, sin temor ya de ultrages enemigos, hoy 30 de junio de 1816. Vicente López la dibujó y Francisco Jordán la grabó”(sic).
Solicitaré un recuerdo especial para Teresa Romero la gallega de Becerreá, un lugar al que me unen raíces familiares ¡Ojalá siga viva para entonces!