Volver a Artículos 1723.- Tirar de la rama del árbol 16/12/2013
Nelson Mandela se murió del último mal.
Su funeral de Estado se celebrará en la localidad donde, al nacer, su padre le llamó "Rolihlala’" (“Tirar de la rama de un árbol”, es decir, "alborotador" o "rebelde").
Lo de "Nelson" es un apodo que su maestra le puso el primer día de clase porque en aquella época a los niños africanos se les ponía un sobrenombre en inglés para que los colonos blancos pudieran pronunciarlo más fácilmente. Su féretro está desfilando toda la semana por las calles de Pretoria. Cada mañana se hacen públicas las rutas. Hoy por aquí, mañana por allá, y los devotos se amontonan en procesiones inacabables en las rutas señaladas oficialmente. Todo controlado, menos un falso traductor de gestos para sordos que por poco se cuela en el interior del féretro.
Hubo un tiempo en que a Nelson Mandela le llamaban "la pimpinela negra" por su habilidad para esquivar a la policía; en aquella época también le llamaban “El Terrorista”.
Pasaron los años y a Nelson Mandela todo el mundo, negros y blancos, le llaman “Tata Madiba” (Papá Madiba; "Madiba" es el nombre de un histórico jefe de la tribu donde nació).
En México, especialmente en el estado de Michoacán, a un español de Madrigal de las Altas Torres le llaman, especialmente los más desfavorecidos, "Tata Vasco", el "papá Vasco"; hablo del obispo Vasco de Quiroga, casi un Dios para los mexicanos de entonces y de ahora; especialmente en Morelia, la antigua Valladolid mexicana
Mientras el cadáver de Madiba se pasea por las calles, la familia ha iniciado una batalla jurídica y mediática para hacerse con la herencia y los derechos de autor y de imagen del difunto. Entre ellos (tres matrimonios, 3 hijas, 17 nietos y 14 bisnietos) y contra los administradores de las fundaciones y fondos patrimoniales que fundó Mandela mientras vivía.
Igual que el emperador Caracalla al ordenar la muerte de su hermano Geta, “Sit divus, dum non sit vivus!” (“Que sea divino, con tal de que no esté vivo”).
