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1710.- El dinosauro en la mesilla de noche

17/09/2013

Dicen que la palabra ha sido dada al hombre para ocultar su pensamiento. Pero dicen también que las palabras elegantes no son sinceras y que las sinceras no son elegantes.

Si un día despertáramos del espejismo colectivo, en nuestra mesilla de noche aparecería por arte de birlibirloque este microrrelato sobradamente conocido: “Cuando despertó, suspiró aliviado: el dinosaurio ya no estaba allí”. O tal vez éste otro: "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí".
Si el hijo de Rodrigo Cervantes y Leonor de Cortinas hubiera escrito un microrrelato en vez de su excelso novelón, hubiera dicho simplemente: “En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme”. Y si hoy regresara del Parnaso donde convive con los dioses, Miguel de Cervantes escribiría en linkeding, facewook o twitter.

Si bien se piensa, en España los “Eruditos a la violeta” están enfrentados a los “Personajes a la virulé”.
Los primeros aparentan gran cultura pero sólo tienen un barniz superficial que demuestra afectación y cursilería.
Los segundos, constituyen un refugio de inútiles santones sin corona. Entre la historia de España y la histeria de los españoles, cuanto más ruido, más soledad.

Como lo del dinosauro en la mesilla, las palabras que quieren hacer historia suelen ser el inicio de la histeria: ‘Transición Nacional’, ‘Asamblea Nacional Catalana’, ‘Vía Catalana’, ‘Derecho a Decidir’, ‘Elecciones Plebiscitarias’, ‘Autodeterminación’, ‘Federalismo Asimétrico’, ‘Relación Bilateral’, ‘Transición Nacional’, ‘Estructuras de Estado’...

Mariano Rajoy ha respondido a la solicitud enviada por Arturo Mas en la que pedía realizar en Cataluña una consulta soberanista. Y como si los dos tuvieran el mismo escribidor, la pregunta y la respuesta se sabían de antemano.

Si «Espanya Ens Roba» es la expresión comodín en la Cataluña del disparate, la respuesta de Rajoy a Mas parece estar inspirada en estos versos populares:
“Tú te metiste
fraile mostén,
tú lo quisiste,
tú te lo ten”.

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