1657. Queso gratis01/07/2012
No hay queso gratis sino en la ratonera, decía mi abuela, y en ello andamos ahora los españoles como si Jauja y Macondo, el ensueño y la imaginación. ‘Ensueño’ es la palabra específica que describe el proceso de soñar. La imaginación es la loca de la casa, como solía decir Teresa de Ávila. La mentira es otra cosa; la más común, la de los hombres que se engañan a sí mismos.
El ensueño y la imaginación se alimentan de la tendencia del hombre a pensar que siempre está en lo cierto y que es el mundo el que se equivoca. ¡Maldita querencia nuestra!
Bien miradas, las frases hechas son cadáveres del pensamiento.: “Pegar la hebra”; “Por la boca muere el pez”; “Ir de flor en flor”; “Descubrir el pastel”; “Cortar el bacalao!; “A falta de hombres buenos, a mi marido le hicieron alcalde”…
Las frases hechas son Patrimonio de la Humanidad. Eternas como la leyenda del judío errante, aquel personaje mítico que en España era conocido como “Juan de Espera en Dios”.
Son como la Prima de Riesgo que nos consume por dentro como si una tenia en el intestino del progreso. Que nos persigue y chulea porque eso es lo suyo. Igual que el andar por andar del judío errante o el correr por correr de Tom Hanks en Forrest Gump: “Corro derecho hasta el océano y al llegar allí noto que ya he llegado lejos, doy la vuelta y continúo corriendo…”
Como las violetas al llegar la primavera y los berros en cualquier época del año, las frases hechas nacen de madre desconocida hasta que aparece un Francisco de Quevedo, pongo por caso, y las tramita como migajas sentenciosas. “Donde no hay justicia es peligroso tener razón”, decía el de Villanueva de los Infantes para que su honor quedara como si Dios en Pascua florida.
Mi abuela casi siempre desconfiaba de las buenas noticias.