1651.- Panem et circenses15/05/2012
Estrellas de fibra de carbono.
Luces de neón petrificado.
Pan y circo del Real Madrid prepotente, solito en la cumbre como hace cien años Roald Amundsen en la Antártida.
Dos ligas diferentes hay en España: la del Madrid y el Barça, y la otra, la de todos los demás; en ésta, la guerra, el llanto y el desconsuelo. En la primera, el vencedor humillando al mejor equipo del mundo, el “més que un club”.
En el retrovisor victorioso del Madrid, nueve puntos de distancia al segundo, y de los demás ni se sabe: casi cuarenta al tercero, y cuarenta y tantos al brillante campeón de la Liga de Europa.
¡Cien puntos el vencedor! En ninguna Liga Europea existe un desajuste tan brutal.
El Real Madrid necesita urgentemente ser intervenido, nacionalizado o como se llame ese fenómeno encaminado a devolver la ilusión al pueblo perdido y hallado en el templo de la frustración.
Por San Isidro el labrador cambio de escenario:
Necesitamos mantener el «Panem et circenses» que mantiene aletargada la población. Por eso acudo al “Catecismo do labrego” que escribió hace siglo y medio Valentín Lamas Carvajal bajo el seudónimo de Marcos da Portela: “Cuatro cosas está obligado a saber y entender el labriego cuando llega al uso de razón”: “Catro cousas. Saber o que deixa de comer, saber o que ten que traballar, esquecerse d’ o que ten que pagar e non coidarse d’ o que ten que recibir”. O sea, que, bien mirado y mal intencionado, para acabar con su crisis España necesita saber las cuatro cosas del catecismo del labriego: comer, trabajar, cobrar y gastar; que como en los Santos Mandamientos, se encierran en dos: Pan y Circo.
Así la skyline, la línea del cielo, ocho siglos después de las Navas de Tolosa, la más grande todas las batallas de la que en este 2012 se conmemora el 800 aniversario.