1921.- Prosopagnosia10/03/2017
Es una forma específica de perturbación visual causada por una lesión en el cerebro. La prosopagnosia es una enfermedad que impide reconocer los rostros familiares y los no familiares —a veces hasta a la madre, al padre y a los propios hijos.
Algunos se han enterado de que existe esa enfermedad rara por la confesión de Brad Pitt que, según él mismo asegura, se debe a las drogas que consumió durante un duro momento de su vida.
Las enfermedades que afectan a los famosos suelen tener efecto dominó, un juego muy especial de destreza y entretenimiento que consiste en colocar una serie de fichas de dominó en hilera formando figuras y mecanismos artificiosos, y al dar un leve empujón a la ficha inicial provocar un efecto en cadena. La teoría del efecto dominó es también una teoría socio-política internacional surgida a raíz de la Guerra Fría: entregarse para morir matando, caer encima de los demás como en El Visón Volador, la comedia del pucelano Luis Tejedor Prez, un comediógrafo y guionista cinematográfico que además de médico fue el autor de más de ciento cincuenta obras entre comedias y zarzuelas.
Kate Middleton, la duquesa de Cambridge esposa del príncipe Guillermo, tiene la mala suerte de ser alérgica al pelo de los caballos. Lindsay Lohan, la actriz, cantante y modelo estadounidense, sufre ataques de asma y siente que se ahoga. Halle Berry, la ex modelo y actriz de cine y televisión estadounidense, padece diabetes de Tipo 1 (antiguamente denominada diabetes insulino-dependiente o diabetes juvenil) que se manifiesta cuando el páncreas pierde su capacidad de producir la hormona insulina. Meghan Fox, otra actriz y modelo estadounidense, sobrelleva como puede su esquizofrenia. Daniel Radcliffe, el actor inglés que protagonizó la saga cinematográfica de Harry Potter, tiene dispraxia, una enfermedad que no permite la coordinación en los movimientos. Catherine Zeta-Jones, la actriz, cantante y bailarina británica es bipolar, o sea, que sufre cambios drásticos en su humor. Robert Pattinson, el actor, modelo, productor y cantante británico, sufre de una enfermedad maniaco-depresivo. Ximena Sariñana, la actriz y cantante mexicana, padece Asperger, una enfermedad que lleva consigo trastornos mentales, autismo y otros problemas de conducta. Elena Gómez, la gimnasta española, padece el lupus, una ausencia del sistema inmunitario que afecta a muchas partes del cuerpo. Avril Lavigne, la cantautora, diseñadora de moda y actriz canadiense, a causa de la picadura de una garrapata sobrelleva como puede la enfermedad de Lyme que afecta al sistema nervioso. David Beckham, de éste no hace falta aclarar pues hasta Perico el de los palotes le conoce, tiene dos enfermedades: asma y un trastorno obsesivo compulsivo.
Cada cual con su cruz a cuestas, algunos se emperifollan con las penas de sus estrellas y hasta rezan por la su salud de sus idolatrados.
El pasado día tres, primer viernes del mes de marzo, algunos de los miles de devotos que acudieron a la Basílica de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli de Madrid para pedir la curación de los suyos, no se olvidaron de la salud de sus ídolos: “Jesucristo, sana a Brad Pitt, cura a Kate Middleton, protege a Lindsay Lohan, ayuda a Halle Berry, preserva a Meghan Fox, sana a Daniel Radcliffe, manda a tomar por saco al asperger de Ximena Sariñana, que Catherine Zeta-Jones no sufra cambios de humor, que Robert Pattinson deje de ser maniaco-depresivo, que Selena Gómez se libre del lupus, que las garrapatas no vuelvan a picar a Avril Lavigne, que David Beckham se independice del asma y de su trastorno obsesivo compulsivo… Y así hasta incluso suplicar a Nuestro Padre Jesús de Medinaceli por la salud de Belén Esteban, la princesa del pueblo, y para que Pedro Sánchez Pérez-Castejón encuentre un lugar altanero entre los supervivientes del Partido Socialista Obrero Español —con o sin Patxi López pues los dos se mueven como si padecieran prosopagnosia y ambos cabalgaran a Incitatus, el caballo preferido de Calígula, un alazán de carreras que había nacido en Hispania.
Atando cabos hoy señalo que la prosopagnosia y el efecto dominó de esta cuaresma parece un vodevil, una especie de comedia teatral basada en los enredos con diálogos picantes y de tema amoroso y poco trascendental.